Esta problemática como ya se ha ido explicando es muy compleja de solucionarse, esto claramente por que actualmente no contamos la tecnologia y recursos necesarios para poder eliminar esta basura espacial.
Como lo mencionó Louisa Innocenti, responsable del centro de limpieza del Centro Europeo de Tecnología Espacial: "La basura espacial no fue diseñada de una manera de que uno pueda volar y recogerla. Se mueve de manera descontrolada y es dificil de atarparla". Por la misma razón, una propuesta actualmente inalcansable, es la recolección de los mismos con otros satelites, que en el peor de los casos podria llegar a tener un efecto contrario generando más basura.
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| Tomado de: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/biodiversa/2018/10/03/paradoja-basura-espacial/0003_201810H3P55991.htm |
Otro efecto de dejarla en el espacio, es que puede dificultar la orbita de muchos satelites, provocando que estos ultimos se concentren en una sola parte, que a su vez aumenta el riesgo de colisión. Es decir, que puede llegar a tener muchos efectos negativos y como resultado de esto producir que las operaciones espaciales no sean posibles o se dificulten.
Una solución a largo plazo y es simplemente dejarla orbitar hasta que llegue un punto en que esta misma empiece a bajar, hasta un punto donde caiga, y como expertos mencionan, que estos diminutos desechos acaben en el oceano de ser posible. No obstante, al hablar de largo plazo nos referimos entre los 25 años, e incluso a más de 100 años, por lo cual en ese tiempo pueden darse cambios impredecibles, producidos por el impacto entre estas basuras y otros satelites en órbita. Desenvocando en el llamado Sindrome de Kessler, donde hay que tomar en cuenta que en el espacio la basura genera más basura.
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